
y eso me ha costado un montón de raspones entenderlo.

mi propio límite,
y soy estrictamente todos y cada uno de los motivos por los cuales debo seguir adelante.
No necesitamos a nadie que nos lamba las heridas para que sanen.
Vamos a aprender a bailar solos, a comer en mesas para uno y a sonreír porque estamos completos.
Vamos a ser independientes, vamos a cuidar nuestras alas y más que nada vamos a respetarnos nosotros mismos.
Vamos a caminar descalzos
y a no tener la necesidad de que alguien nos abrace cada noche de frio y mejor comprar un cobija más.
Vamos a llegar todos a ser poetas, musas, guarros, pintores, es decir artistas y revolucionarios de nuestros propios ideales.
Haremos lo que se nos de la puta gana,
vamos a mandar a la mierda a nuestros exs,
nos vestirnos como queramos.
Se pondrán el color de labial que quieran,
la rompa tan ancha como puedan
y si no les gustan no se van a poner tacos.
Nos vamos a vestir y no con lo que nos quede bonito, porque ya somos bonitos.
Nos desnudaremos si queremos y con quien queramos,
vamos a creer en el amor a primera vista,
en el amor propio,
porque todas son formar de querer,
de aprender,
y de saber que no hay límites si se ama a alguien.
Porque eso también es parte del amor propio,
aprender a cuidar a quien nos dedica su tiempo,
aprender a agradecer
y dar abrazos sin apuñar por la espalda.
Vamos a ser tiernos,
cabrones,
duros,
sensibles,
tranquilos,
estúpidos,
artistas,
poetas,
pintores,
estudiantes,
buenos para nada,
locos,
inteligentes,
malos en la cama,
amantes de café,
y seres humanos.
Siempre habrá alguien que ame nuestras imperfecciones y se enamore de nuestros errores.
Y no está por demás decirlo no hay que aprender a encajar,
y tampoco encajar en todas partes.
Todos tenemos ese lugar hecho para nosotros en el mundo y no siempre son personas,
a veces son lugares,
canciones o libros.
Claro ejemplo soy yo que con lo único que encajo son las letras,
y es perfecto porque me tengo a mí.
Una herida que no se cuida no sana.
Una herida que se hurga y hurga deja marca.
Las heridas duelen, las que hacen las personas el doble.
Pero si aprendes a cuidarlas verás que más tarde que pronto esa persona pasará por tú delante
y tú les sonreirás sin bajarle la cara
y eso amor,
habrá sido ganar otra batalla.